Crea una cultura basada en la confianza, que abra las puertas al desarrollo del talento y crecimiento del equipo

Como decía la semana pasada, la cultura organizativa entendida de una manera profunda, representa una característica verdaderamente singular de cada entidad, e incorpora todo un conjunto de aspectos fuertemente arraigados en la forma de proceder de las organizaciones, que aun siendo muy concretos y observables, resultan intangibles, y por tanto, mucho más difíciles de gestionar que los productos, los sistemas o la estructura organizativa.

El gran interés que despierta la cultura entre los directivos de empresas hoy en día es consecuencia de esa dificultad para gestionarla, por el hecho de que es un poderoso factor de resistencia al cambio en las organizaciones y por su impacto en la rentabilidad de la empresa a largo plazo.

No descuides la cultura de tu organización, es un elemento propiciador del éxito empresarial.

Recuerda, pon a las personas lo primero porque es a través de ellas como alcanzarás los objetivos de tu negocio.

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